RESUMEN CAPITULO N° 4

Revisión crítica de medio siglo de realización de programas de desarrollo de la comunidad.
Hacer un balance de los programas de des. Es casi imposible debido a la variedad y diversidad que se han llevado a cabo en los últimos 50 años.
Teniendo en cuenta que no hay aplicaciones metodológicas a historias y  temporales, venos  a estructurar nuestra revisión crítica en torno a cuatro grandes cuestiones:
1-    El gran espejismo: que en comunidad fuere parte de los planes globales de des.
2-    Los falsos supuestos en que apoyaron nuestros programas de acción comunitaria.
3-    Logros que se pensaban alcanzar.
4-    Las ideas clases del des. De la comunidad que han permanecido a lo largo de medio siglo.

1-El gran espejismo.
Se han vivido varios espejismos acerca de lo que debiera ser el D de la comunidad.
·         Que el des de la comunidad sea instrumento de la planificación y del des. Nacional.
·         Se logre implementando a nivel local las metas macro-económicas.
·         Que ayude a la formulación de los planes nacionales.
Se dijo además que el desarrollo de la comunidad debía servir como medio para articular la planificación  local con la planificación regional y nacional.
El funcionamiento de la economía se realiza a escala macro, y lo local es un espacio o ámbito territorial en donde los procesos globales hacen sentir sus efectos, pero difícilmente podrá ocurrir lo contrario: que las dicciones a nivel local tengas incidencia en las dicciones en la macro economía. ¿Por qué? Simplemente, porque  los municipios y las comunidades de base solo podrían aportar efectivamente a los planes de desarrollo si existiese un elevado grado de democratización de la vida política y un importante desarrollo de las organizaciones de base, del voluntariado y del asociacionismo.

2. los falsos supuestos en que se apoyaron muchos programas de acción comunitaria.
En esta revisión crítica que hacemos de medio siglo de desarrollo de la comunidad, constatamos que hemos cometido algunos errores derivados de supuestos erróneos o parcialmente ciertos. A ellos nos queremos referir encontrando dos que nos parecen los más significativos.
·         Considerar a la comunidad como si fueran realidades homogéneas con intereses compartidas por todos sus miembros.
·         Actuar con las personas a partir de una concepción ingenua acerca de las conductas y comportamientos


a.     A considerar a las comunidades como si fueran realidades homogéneas con intereses compartidos.
Aunque no se haya dicho, expresamente, con frecuencia se organizaban actividades de acción comunitaria, partiendo de los supuestos implícitos totalmente irreales: el carácter relativamente homogéneo de toda comunidad y la no  consideración de intereses contra puesto que existen en el interior de toda comunidad asentada  en un ámbito territorial y de las implicaciones que podrían tener en un programa de esta naturaleza.
Es que esa realidad llamada comunidad no es homogénea, es decir, contiene en su seno intereses de individuo, grupos u organizaciones que pueden ser contra puestos.
Por eso no es correcto partir de supuesto de la homogeneidad de intereses. De ahí la necesidad de considera en la elaboración del diagnóstico, el conjunto de factores y actores sociales que están presente y actuantes en la realidad comunitaria.
b.    Una concepción ingenua acerca del comportamiento y conducta de las personas cuando se le proponen acciones de bien público.
Se esperó, por una parte, que el espíritu de cooperación siempre estaría presente cuando se ofreciera la oportunidad de realizar acciones solidarias.
Durante décadas, las formulaciones del desarrollo de la comunidad, en sus supuestos teóricos y acciones prácticas, no han expresado adecuadamente la relación existente entre intereses individuales y acción colectiva.

Hay mayores posibilidades de movilización para una acción comunitaria, en la medita que seamos capaces de articular y complementar los intereses individuales y los colectivos.
3. logros que se pensaban alcanzar pero que no tuvieron en cuenta los factores exógenos y las situaciones contextuales que lo condicionaban.
Con esto hacemos referencia a logros operativos que se pensaban alcanzar mediante la realización de los programas de desarrollo de la comunidad, pero que resultaron fallidos en la práctica.
El problema no fue  formulación incorrecta, sino de no haberse tenido en cuenta suficientemente circunstancias exógenas que condicionan la aplicación de esta metodología.
a.    El desarrollo de la comunidad como programa integrador de proyectos sectoriales y de servicios sociales.
En los programas, proyectos y de servicio de carácter social, suele existir una gran yuxtaposición de actividades sobre un mismo sector de población o dentro de un área de actuación. Ante esta fragmentación, sectorización  y duplicación de programas de acción social, nada podía tener de extraño que se pensase que el desarrollo de la comunidad (habida cuenta de su naturaleza) pudiese tener ese carácter integrador.
b.    Contribución al fortalecimiento de los gobiernos locales.
Esta esperanza está cifrada en los programas de desarrollo comunal no fue un espejismo. Se pensó – y ello tenía un fundamento que, tratándose de programas que promovían  la participación de la gente, ello incidirá en la misma vida política, procurando que esta no quedase recluida a la actividad de votar.
·         No existió una descentralización político-administrativa que otorgase mayor poder de decisión a los municipios; de hecho estaban  limitados por otra autoridad nacional o provincial.
·         Se carecía, a nivel municipal, de procedimientos administrativos eficientes  y con capacidad para gestionar y ordenar, bajo su propia responsabilidad, una parte importante de los asuntos públicos  de alcance local.
·         No había un enfoque integrador en la mentalidad de la administración local.
·         No existía una voluntad política para crear canales y ámbitos de participación ciudadana.


Sin embargo, el fortalecimiento de los municipios en cuanto forma de crear poder local al servicio de la gente no se logra solo por una decisión política de descentralización.


c.    El desarrollo de la comunidad como mecanismo o instrumento del cambio social.
No cabe duda de que hubo programas que produjeron verdaderos cambios sociales a escala local.
Sin embargo, el desarrollo de la comunidad no siempre fue instrumento de cambio. El error o confusión producida en este punto proviene de la concepción tecnocrática de las metodologías de intervención social, al considerar que ellas tienen significación en sí mismas con prescindencia de quienes aplican. Es decir, creer que un método de acción social produce cambios, al margen de las intencionalidades y propósitos de quienes los ponen en práctica.
En estos casos el desarrollo de la comunidad no solo no es instrumento de cambio, sino que es un modo de reproducir y consolidar lo existente.
No se puede ignorar que algunos programas produjeron procesos de movilización de la gente, ayudaron a la organización popular y a concientizar a las personas respecto de su situación. Y estos, no cabe duda, fueron factores de cambio social.

d.     La formación de líderes locales como factor potenciador de la participación popular.
En muchas comunidades la gente no decide su actuación, si antes no lo hace el líder. Esto, en términos generales, es cierto (de ello hablaremos más adelante). El error se cometió cuando se organizaron cursos de capacitación y formación de líderes, descuidando la formación del resto de la gente a la que  se pretende involucrar en este tipo de actividades.
Como ya hemos indicado reiteradamente, el desarrollo de la comunidad tiene como uno de sus propósitos centrales generar procesos de participación o como algunos dicen, promover una cultura de la participación.
4. las ideas claves del desarrollo de la comunidad que han permanecido a lo largo d medio siglo.

Ya desde su nacimiento,  una de las ideas centrales del desarrollo de la comunidad fue la de lograr la movilización de los recursos humanos e institucionales.
Después de hacer referencia a que los elementos esenciales son la participación de la población de la población y el suministro de  servicios, se señala que esta participación tiene el propósito  de  “mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales de la comunidades, integrar estas en la vida del país y permitirles contribuir plenamente al progreso nacional” Esta definición supone, entre otras cosas:
·         Que la acción comunitaria debe integrarse con la acción gubernamental.
·         Que está a acción se realizó fundamentalmente en comunidades no integradas en la vida del país.
·         Que hay que “permitirles” contribuir al progreso nacional.
·         Que los gobiernos están interesados en el progreso económico, social y cultural de las comunidades.
Y en algunos casos, movilizan a la gente para que ellos resuelvan sus problemas y de este modo desentenderse de sus responsabilidades en el ámbito de la política social.
La idea inicial de la movilización de recursos humanos culmina con una propuesta más avanzada y progresista: la necesidad de formar sujetos sociales, activos, responsables y solidarios. Esto, como ya lo indicamos, hace a la quintaesencia del desarrollo de la comunidad y también de otras metodologías de intervención social.
Sino también de una participación ciudadana en la vida democrática del país.

Podemos decir, a modo de síntesis, que la idea central del desarrollo de la comunidad ya sea que lo consideremos como método o como programa, ha sido la idea de la participación  y la movilización de los recursos humanos, es decir que las personas se sitúen  y se pongan en estado de deliberación para movilizarse y actuar por algo que concierne a sus intereses y aun bien común.

El desarrollo de la comunidad, en cuanto promueve una forma de compromiso de la voluntad individual y colectiva, implica y supone:
·         La intervención en los procesos de toma de decisiones.
·         La participación en los programas, proyectos o actividades propios de la acción comunitaria.
·         El disfrute de los beneficios de la tarea que se realiza en común.
Para no caer en los espejismos a los que  hicimos referencia, que los procesos de participación comunitaria en la práctica, no son participación del conjunto de la comunidad.

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